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Emprendedoras maulinas confeccionan mascarillas caseras

  • Miércoles 8 de abril de 2020
  • 12:12 hrs

Diversas jefas de hogar y pequeñas comerciantes maulinas se han sumado a la iniciativa de elaborar mascarillas.

Tan solo en los últimos dos años el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, entregó unas 400 máquinas de coser a distintas mujeres y jefas de hogar de las 30 comunas de la Región del Maule, quienes también recibieron la capacitación respectiva para fortalecer y hacer crecer sus emprendimientos.

Hoy y en el contexto del flagelo sanitario y económico causado por el Coronavirus, el Director Regional de este organismo, Alejandro Muñoz, inició una campaña a través de redes sociales y medios de comunicación tendiente a que estas propias emprendedoras sean quienes se motiven y confeccionen las tan demandadas y escasas mascarillas para evitar el contagio y propagación de la pandemia, más aún cuando a partir de hoy su uso será obligatorio en ámbitos como el transporte público y privado.

Tras el llamado, varias emprendedoras que respondieron y comenzaron a confeccionar sus mascarillas.

Tal es el caso de la talquina Angélica Sánchez, quien dejó de lado los quehaceres de su taller de artesanías para abocarse únicamente a la elaboración de dichos elementos. 

“Estoy haciendo y regalando mascarillas. No he querido cobrar porque considero que hoy me toca devolver la mano ya que antes la gente me respondió cada vez que estuve en ferias vendiendo mis artesanías. Coloqué un letrero y una cajita afuera de mi casa ya que estoy en cuarentena voluntaria y se han llevado todas las que he puesto. Estoy muy contenta porque he beneficiado a muchos adultos mayores de mi barrio que no tienen mayores recursos, a los recolectores de basura, a los barrenderos y en general a mucha gente y seguiré regalándolas porque considero que esta es una tremenda oportunidad para ayudar”, reconoció.

En tanto, en la ruralidad de la comuna de Pencahue, Nidia Vásquez también confecciona mascarillas caseras que posteriormente entrega a un familiar, quien a su vez las lleva hasta el CREA de Talca para comercializarlas. “En mi pueblo he regalado algunas y vendido otras, pero el grueso se va al CREA ya que hemos visto una oportunidad de negocio, aunque cobramos un precio muy bajo de 300 a 500 pesos para recuperar un tanto lo invertido y tener para costear los gastos que esto genera. Nos ha ido bien y estamos contentas de poder ayudar a la gente”, afirmó.

Caso similar es el de Marta Ibarra, de la comuna de Rauco, quien desde su taller de costuras está abocada únicamente a hacer y vender mascarillas. “Una vez terminadas se las entrego a mi ex marido, quien las vende en la plaza de Curicó. Como la cosa venía bastante complicada y debemos costear los gastos de nuestras hijas, nos coordinamos y yo las hago y él las vende y gracias a Dios nos ha ido bien, así es que a seguir con esto porque hoy las mascarillas se transformaron en algo de extrema necesidad”, dijo. 

La invitación queda extendida para que quienes tengan una máquina de coser en su hogar se sumen a esta cadena productiva y aporten a contrarrestar el déficit de mascarillas.